Quien te dijo que me duele recordarte
Esas noches que con añoranza te esperaba como la primera vez
Ese día que mis labios se secaron al sentir que te ibas de entre mis manos, ansiosas por volver a sentirte.
Quien te dijo que me duele el sentir, en el espacio vacío que dejaste, el aroma tenue de tu piel
Esas gotas de sentimientos, saladas que caían sin control por mis mejillas
Repletas de dolor y rabia, amor y deseo
Quien te dijo que las siglas de tu nombre aún son plasmadas en mis escritos
Esa noche que aun en la penumbra se veía el suave refucilo de mi cigarrillo, calmando mi ansiedad de tenerte
Que aun cuando yacieron vacías mis manos, escuchaba tu voz en el eco de mi alma destrozada.
Quien te dijo, dime quien te dijo que aún pienso en ti
Mejor dile a ella, que se cuide, de tu voz, tu sonrisa, la profundidad de tus ojos y el destello de tu piel dorada.
Que ese amor que es una daga manchada por muchos corazones, afilada con palabras dulces y una voz tajante, no la corte en dos.
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miércoles, 24 de octubre de 2018
Quien te dijo
domingo, 16 de septiembre de 2018
La gran Roca
Esta historia sera distinta a las que conocen, puedo divisar a no muy lejos de donde estoy la vida de quien es mi salvador. Su nombre es Juan y pronto su vida se volverá un completo caos.
Juan es un muchacho poco crédulo, no cree en fantasmas ni en personajes de fantasía; princesas, ogros, troles ni nada de eso.
Su jornada laboral comienza a las 8 a.m, un poco temprano para mi gusto. Es técnico farmacéutico y todos los días llega puntual pero ese día en particular todo dio un giro de 360 grados.
Llega un hombre con unos papeles en la mano y los deja accidentalmente sobre el mostrador mientras le pide unos caramelos para la garganta a Juan y sin percatarse los olvida.
Unos minutos después de irse Juan se percata de esos papeles, los toma y los lleva a la parte trasera de la farmacia, vaya sorpresa se llevo, eran un pasaje a un lugar un poco frío e inhóspito, Groenlandia y unas coordenadas con una visita guiada... Pero que importa, era después de todo pasajes gratis!!!
Pero aun asi pondría un aviso en su tienda de esos boletos perdidos si nadie los reclamaba en una semana se los quedaría.
Pasada la semana, nadie reclamo aquellos boletos de
avión, pensó que ya era hora de tomarse unas vacaciones después de 3 años de arduo trabajo.
No pasaron muchos días y ya estaba en su viaje de ocio con una pizca de aventura, recorrían grandes colinas bañadas por espesa y blancos bancos de nieve, montañas rocosas y valles impresionantes con un frío que congelaba al mismo infierno. Un cierto día, hacían un recorridos no muy lejos del campamento cerca de una gran cueva, mientras el guía relataba una antigua historia de una malvada reina del hielo llamada Yuno, Juan no presto atención le parecía banal y carente de realidad.
Pero unos segundos antes de retomar el recorrido un susurro fino y angelical sucumbió su oído, miro detrás suyo pues nada había, dio unos pasos y nuevamente el susurro volvió a oírse tan real y sin titubear pregunto angustioso si alguien mas lo había oído.
El guía, preocupado lo mando al campamento a descansar pensando que la presión atmosférica había afectado el buen juicio de Juan. Recostó su cabeza en aquella almohada dentro de su tienda y cayo rendido ante los brazos de morfeo.
"Liberame", aquel susurro se oyó cada vez mas cerca y mas claro, Juan despertó bruscamente y vio a su compañero de campaña dormido, vio la hora eran 2:45 a.m
Aquel susurro al parecer enloquecería a Juan pues era persistente y quería dejarlo en paz.
-Que quieres!!!
-"Liberame"
-Dejame soloo!!!
-"Liberame" "Liberame" "Liberame"...
Juan corrió tan lejos como pudo pero aquellos susurros corrían tras de él, continuo huyendo despavorido y tropezó con lo que parecía una gran roca desplomándose en el suelo y zambullendo su rostro en la nieve.
Levanto la vista y había un cartel un poco deteriorado que tenia la descripción " la gruta de la reina" y detrás de él una gran cueva profunda y oscura, se sentó en la fría nieve y retrocedió unos pasos y diviso a su lado algo brillante y a la vez negro.
Quito la nieve restante de aquel objeto y pudo ver que era una gran roca de ónix, su negrura era sombría y a la vez espectacular, no se había percatado de que aquellos susurros habían desaparecido, tomó la roca pero era tan fría que quemaban sus manos, así que la envolvió en un paño y volvió nuevamente al campamento
Juan es un muchacho poco crédulo, no cree en fantasmas ni en personajes de fantasía; princesas, ogros, troles ni nada de eso.
Su jornada laboral comienza a las 8 a.m, un poco temprano para mi gusto. Es técnico farmacéutico y todos los días llega puntual pero ese día en particular todo dio un giro de 360 grados.
Llega un hombre con unos papeles en la mano y los deja accidentalmente sobre el mostrador mientras le pide unos caramelos para la garganta a Juan y sin percatarse los olvida.
Unos minutos después de irse Juan se percata de esos papeles, los toma y los lleva a la parte trasera de la farmacia, vaya sorpresa se llevo, eran un pasaje a un lugar un poco frío e inhóspito, Groenlandia y unas coordenadas con una visita guiada... Pero que importa, era después de todo pasajes gratis!!!
Pero aun asi pondría un aviso en su tienda de esos boletos perdidos si nadie los reclamaba en una semana se los quedaría.
Pasada la semana, nadie reclamo aquellos boletos de
avión, pensó que ya era hora de tomarse unas vacaciones después de 3 años de arduo trabajo.
No pasaron muchos días y ya estaba en su viaje de ocio con una pizca de aventura, recorrían grandes colinas bañadas por espesa y blancos bancos de nieve, montañas rocosas y valles impresionantes con un frío que congelaba al mismo infierno. Un cierto día, hacían un recorridos no muy lejos del campamento cerca de una gran cueva, mientras el guía relataba una antigua historia de una malvada reina del hielo llamada Yuno, Juan no presto atención le parecía banal y carente de realidad.
Pero unos segundos antes de retomar el recorrido un susurro fino y angelical sucumbió su oído, miro detrás suyo pues nada había, dio unos pasos y nuevamente el susurro volvió a oírse tan real y sin titubear pregunto angustioso si alguien mas lo había oído.
El guía, preocupado lo mando al campamento a descansar pensando que la presión atmosférica había afectado el buen juicio de Juan. Recostó su cabeza en aquella almohada dentro de su tienda y cayo rendido ante los brazos de morfeo.
"Liberame", aquel susurro se oyó cada vez mas cerca y mas claro, Juan despertó bruscamente y vio a su compañero de campaña dormido, vio la hora eran 2:45 a.m
Aquel susurro al parecer enloquecería a Juan pues era persistente y quería dejarlo en paz.
-Que quieres!!!
-"Liberame"
-Dejame soloo!!!
-"Liberame" "Liberame" "Liberame"...
Juan corrió tan lejos como pudo pero aquellos susurros corrían tras de él, continuo huyendo despavorido y tropezó con lo que parecía una gran roca desplomándose en el suelo y zambullendo su rostro en la nieve.
Levanto la vista y había un cartel un poco deteriorado que tenia la descripción " la gruta de la reina" y detrás de él una gran cueva profunda y oscura, se sentó en la fría nieve y retrocedió unos pasos y diviso a su lado algo brillante y a la vez negro.
Quito la nieve restante de aquel objeto y pudo ver que era una gran roca de ónix, su negrura era sombría y a la vez espectacular, no se había percatado de que aquellos susurros habían desaparecido, tomó la roca pero era tan fría que quemaban sus manos, así que la envolvió en un paño y volvió nuevamente al campamento
miércoles, 28 de marzo de 2018
Requiem de Tricell
Agudardamos en aquel estacionamiento a que el peligro pasara mientras sin alejarnos mucho uno del otro ibamos reconociendo el terreno, y veo un vehiculo cubierto con un toldo, lo descubro y observo una hermosa motocicleta BMW con el logo de Umbrella.
- Podría ser peor. -murmuro para mi. -Vet, ven. Nos vamos.
Subimos a la moto y la arranco por medio del cortado de cables, al encender exitosamente salimos a prisa de aquel lugar.
Sabia muy bien que la cuadrilla de Tricell estaba cerca de donde estabamos.
- No vas muy rapido, Leon.
- No, vamos bien, los sicarios de Wesker nos estan siguiendo.
A los pocos minutos un Jeep nos comienza a perseguir y a disparar, voy esquivando las balas como puedo.
- Vamos a morir, Leon!
- No Vet, he salido de peores situaciones. - Aceleró.
- Por qué nos siguen, ya tienen a Esteban. - Me callé, no quise decir nada para no desilucionarla.
Pero uno de los de la cuadrilla de Tricell nos da en la rueda trasera y la moto vuelca fuertemente.
Me levanto luego del fuerte golpe con la frente ensangrentada y voy hacia el cuerpo de Svetlana, tomándole el pulso y la arrastro hasta la oscuridad al corroborar que estaba bien.
- Hay... Leon ... mi muñeca... - Le tapo la boca...
- No digas nada. - Le susurro a sus labios. - Muerde esto a la cuenta de 3 lo acomodaré. Uno... dos... - Le acomodo la muñeca, ella muerde fuertemente mi chaqueta y unas cuantas lagrimas rodaron por sus mejillas, mi rostro sonó contra su delicada palma.
- Me dolió. - Solloza.
- Shh... no hables... - Nos quedamos cerca tan cerca que sentia su sutil respiración. Ella miraba mis labios y yo los suyos me decía a mi mismo que no hiciera algo estupido. - Vamos creo que ya se fueron.
Salimos de nuestro escondite y huimos de allí espèrando no ser encontrados, no corria con suerte en esa ocasión y llegando al limite del camino habia un gran precipicio con lo que parecía ser un lago que no podía lograr divisar muy bien, veíamos las linternas acercandose, en mi vida me habia sentido mas acorralado.
- ¿Qué haremos Leon?
- Aun no lo sé. -vi detrás de las sombras salir unos malditos perros mutados abriendo sus asquerosas bocas. No podía disparar porque los malditos sicarios podían oír y los gruñidos de esos monstruos infernales eran aterradores.
- Es la única salida.
- No pensarás en arrojarnos, no? - La tomé de la mano y sin dudar nos arrojamos al agua, salimos a la superficie en busca de aire. - Estas loco!
- Preferías morir? Nos acorralaron! - Salimos del agua. - Dónde estamos?!
- Si tu no lo sabes, yo menos. - Se escurrió su cabello mojado, suena mi comunicador.
- Si Claire? Puedes darnos la ubicación de donde nos encontramos?
- Están en el centro de infección, enviaré el helicóptero de rescate que los llevó.
- Dónde nos resguardamos?
- En el hospital esta a unos metros... Leon sigues ahí? - Corto el comunicador y frente a mí estaban, el equipo Alpha de la U.S.S (Servicio de Seguridad de Umbrella), Bertha, Foureyes, Vector, Lupo, Hunk y Esteban.
- Volvemos a vernos Kennedy. - Me inmute pero no demostré temor.
- Así es Mr. Death o debería decir Hunk.
- No lo maten, el Sr. Wesker lo quiere vivo.
Me puse en posición de combate y Esteban apunta a Hunk por la espalda firmemente.
- Suelten las armas o lo mato. - Todos miramos a Esteban ante tal hazaña.
- Tranquilo muchacho de que bando estas? - Le recalca Hunk sin dejar de bajar los brazos.
- Cállate, maldito monstruo. Obedezcan, suelten sus malditas armas.
Todos bajaron sus armas y Hunk murmuró "ahora", y Foureyes que nos veía a lo lejos le dispara certeramente en la pierna.
- No! - Grita Svetlana y la sostengo del brazo. - Esteban!!
Él cae arrodillado, y Hunk lo toma del cabello jalándolo hacia atrás.
- Sabes que le pasa a los traidores Konz? - Este traga saliva y Hunk saca un cuchillo.
- Muérete desgraciado. - Y sin piedad lo ejecuta , cortando su cuello mientras la sangre sale disparada a borbotones por sus manos y el cuerpo cae al suelo sin cabeza, aprovechando la distracción de todos tras la ejecución de Konz huimos corriendo todo lo que podíamos.
Cansada ya, Svetlana se suelta de mi brazo.
- Suéltame, no hiciste nada para salvarlo, Kennedy, eres un maldito. - Me empujo.
- No podía hacer nada, se sacrifico por nosotros.
- No, no lo admito.
- Vet, por favor, estamos cerca del hospital. - Recibo un texto. - Ves, el helicóptero ya esta ahí. Vamos niña!
- No me iré sin Esteban.
- El escogió su destino, sabía las consecuencias. - La tomé de los hombros. - Por todos los cielos, vamos ellos nos ganaban por número.
- Déjame quiero morir con él.
- No, la misión fracasó pero no te dejaré. - La beso apasionadamente.
El helicóptero desciende a nos metros nuestro y corremos al encuentro saliendo de aquel desolador lugar.
- Podría ser peor. -murmuro para mi. -Vet, ven. Nos vamos.
Subimos a la moto y la arranco por medio del cortado de cables, al encender exitosamente salimos a prisa de aquel lugar.
Sabia muy bien que la cuadrilla de Tricell estaba cerca de donde estabamos.
- No vas muy rapido, Leon.
- No, vamos bien, los sicarios de Wesker nos estan siguiendo.
A los pocos minutos un Jeep nos comienza a perseguir y a disparar, voy esquivando las balas como puedo.
- Vamos a morir, Leon!
- No Vet, he salido de peores situaciones. - Aceleró.
- Por qué nos siguen, ya tienen a Esteban. - Me callé, no quise decir nada para no desilucionarla.
Pero uno de los de la cuadrilla de Tricell nos da en la rueda trasera y la moto vuelca fuertemente.
Me levanto luego del fuerte golpe con la frente ensangrentada y voy hacia el cuerpo de Svetlana, tomándole el pulso y la arrastro hasta la oscuridad al corroborar que estaba bien.
- Hay... Leon ... mi muñeca... - Le tapo la boca...
- No digas nada. - Le susurro a sus labios. - Muerde esto a la cuenta de 3 lo acomodaré. Uno... dos... - Le acomodo la muñeca, ella muerde fuertemente mi chaqueta y unas cuantas lagrimas rodaron por sus mejillas, mi rostro sonó contra su delicada palma.
- Me dolió. - Solloza.
- Shh... no hables... - Nos quedamos cerca tan cerca que sentia su sutil respiración. Ella miraba mis labios y yo los suyos me decía a mi mismo que no hiciera algo estupido. - Vamos creo que ya se fueron.
Salimos de nuestro escondite y huimos de allí espèrando no ser encontrados, no corria con suerte en esa ocasión y llegando al limite del camino habia un gran precipicio con lo que parecía ser un lago que no podía lograr divisar muy bien, veíamos las linternas acercandose, en mi vida me habia sentido mas acorralado.
- ¿Qué haremos Leon?
- Aun no lo sé. -vi detrás de las sombras salir unos malditos perros mutados abriendo sus asquerosas bocas. No podía disparar porque los malditos sicarios podían oír y los gruñidos de esos monstruos infernales eran aterradores.
- Es la única salida.
- No pensarás en arrojarnos, no? - La tomé de la mano y sin dudar nos arrojamos al agua, salimos a la superficie en busca de aire. - Estas loco!
- Preferías morir? Nos acorralaron! - Salimos del agua. - Dónde estamos?!
- Si tu no lo sabes, yo menos. - Se escurrió su cabello mojado, suena mi comunicador.
- Si Claire? Puedes darnos la ubicación de donde nos encontramos?
- Están en el centro de infección, enviaré el helicóptero de rescate que los llevó.
- Dónde nos resguardamos?
- En el hospital esta a unos metros... Leon sigues ahí? - Corto el comunicador y frente a mí estaban, el equipo Alpha de la U.S.S (Servicio de Seguridad de Umbrella), Bertha, Foureyes, Vector, Lupo, Hunk y Esteban.
- Volvemos a vernos Kennedy. - Me inmute pero no demostré temor.
- Así es Mr. Death o debería decir Hunk.
- No lo maten, el Sr. Wesker lo quiere vivo.
Me puse en posición de combate y Esteban apunta a Hunk por la espalda firmemente.
- Suelten las armas o lo mato. - Todos miramos a Esteban ante tal hazaña.
- Tranquilo muchacho de que bando estas? - Le recalca Hunk sin dejar de bajar los brazos.
- Cállate, maldito monstruo. Obedezcan, suelten sus malditas armas.
Todos bajaron sus armas y Hunk murmuró "ahora", y Foureyes que nos veía a lo lejos le dispara certeramente en la pierna.
- No! - Grita Svetlana y la sostengo del brazo. - Esteban!!
Él cae arrodillado, y Hunk lo toma del cabello jalándolo hacia atrás.
- Sabes que le pasa a los traidores Konz? - Este traga saliva y Hunk saca un cuchillo.
- Muérete desgraciado. - Y sin piedad lo ejecuta , cortando su cuello mientras la sangre sale disparada a borbotones por sus manos y el cuerpo cae al suelo sin cabeza, aprovechando la distracción de todos tras la ejecución de Konz huimos corriendo todo lo que podíamos.
Cansada ya, Svetlana se suelta de mi brazo.
- Suéltame, no hiciste nada para salvarlo, Kennedy, eres un maldito. - Me empujo.
- No podía hacer nada, se sacrifico por nosotros.
- No, no lo admito.
- Vet, por favor, estamos cerca del hospital. - Recibo un texto. - Ves, el helicóptero ya esta ahí. Vamos niña!
- No me iré sin Esteban.
- El escogió su destino, sabía las consecuencias. - La tomé de los hombros. - Por todos los cielos, vamos ellos nos ganaban por número.
- Déjame quiero morir con él.
- No, la misión fracasó pero no te dejaré. - La beso apasionadamente.
El helicóptero desciende a nos metros nuestro y corremos al encuentro saliendo de aquel desolador lugar.
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