anuncio

jueves, 30 de marzo de 2017

La perfidia de un adiós



Salí de entre las sombras invadido por los celos y el cólera apuntando a aquel hombre que acompañaba a Svetlana.
-Discúlpame Leon… debía hacerlo sola.
-Y si te hacía algo, no me dijiste acaso que eran de distintos bandos. –el muchacho trató de escapar.
Corrí atrás de aquel hombre, mientras Svetlana con gritos de desesperación me pedía que no le hiciera daño.
-¡Detente! –continuaba corriendo, buscando huir únicamente porque sabía que sería interrogado. -¡Que te detengas maldición!
Estando casi por alcanzarlo me lanzo sobre su cuerpo y le hago presión con mis piernas mientras saco un  precinto negro usándolos como esposas y lo ayudo a ponerse de pie.
-Leon basta, suéltalo.
-Oblígame… tú, camina. –empujo al joven.
-No me llamo tú, soy esteban.
-No te dije que hablaras.
Volvimos al lugar donde anteriormente estaban ellos dos. Estuvimos varias horas sin hablar hasta que Esteban rompió el silencio.
-Quiero ir a orinar, niño bonito.
-Pues hazlo.
-Como, si tengo las manos atadas. –me pare y fuimos a un lugar alejado, atrás de un  auto abandonado y quemado.
-Ya, hazlo.
-No puedo siquiera bajarme el maldito cierre. –le aflojo el precinto y cuando estoy por soltarlo por completo.
-te escapas y juro que no dudaré en dispararte. –le susurro al oído para que Svetlana no nos escuchara.
-Ya, okey entendí. –esperé a que terminara sin dejar de apuntarlo y volvimos al lugar.
Me senté junto a Svetlana y ella titilaba de frío le di mi chaqueta y me agradeció con una sonrisa amistosa, se recostó contra mi hombro, era el dulce pecado y Esteban no disimulaba sus celos.
Si fuera yo me sentiría en la misma situación era una mujer hermosa de la que también comenzaba a simpatizarme más allá del simple compañerismo. La cubrí  bien con mi chaqueta y nos quedamos por un rato más.
-¿Cuánto estaremos aquí? –dijo Esteban.
-Unas horas más, así que intenta dormir me quedaré de guardia.
-Eso espero. –vibró mi teléfono celular.
-¿Aló?
-Leon, soy Claire. Te tengo en el radar. –mire al cielo. -¿Cómo se llama el joven que te acompaña?
-Esteban Konz, busca todo lo que sabes de él.
-Perfecto, en unas horas te llamo.
Me quede pensando unos segundos y vi algo moverse entre las sombras, apunte con mi arma y la linterna en esa dirección.
-¿Quién está ahí? –apoyé a Svetlana con delicadeza y fui al lugar. -¡Muéstrese! ¡Quien anda ahí! –el silencio culmino mis oídos, volví donde estaba Esteban y Svetlana.
-Vet… despierta…
-Ummm… ¿Qué ocurre?
-Creo que hay peligro debemos avanzar. Hey! Konz! de pie ya nos vamos.
-No molestes. –se puso de pie y nos marchamos de ese lugar.
Luego de varias horas caminando Svetlana me hizo una pregunta.
-¿Qué piensas Leon?
-Nada no te preocupes. Espero una llamada.
-¿De Claire?
-Así es. Tiene que informarme de algo. –suena mi celular una vez más. –Alo?
-Leon soy Claire. Tengo noticias de tu acompañante.
-Dime te escucho. –detuvimos el paso.
-Esteban Konz fue un ex oficial de Wilpharma en 2002, en 2006 se unió a la cuadrilla de sicarios de Tricell junto a Hunk. –lo mire mientras él me hizo una seña amistosa y lanzándome un beso con su mano.
-Hace unos momentos oí ruidos a nuestro alrededor y tuvimos que empezar a movernos, crees ¿Qué lo estén buscando?
-No lo creo, lo están buscando tienes 3 sicarios de Hunk siguiéndote.
-Dime que es una broma.
-Eso quisiera, sal de ahí Leon y no levantes sospechas.
-Gracias. –corto la llamada.
-¿Y bien niño bonito? –me acerco a él y lo empujo. -¡Qué te pasa maldito!
-Porque no nos dijiste que tus amigos nos seguían.
-¿Qué? De qué demonios hablas.
-Los sicarios de Hunk nos están siguiendo. –miro a Svetlana. –corremos peligro Vet. Nos van a matar.
-¿De qué hablas niño bonito?
-No te hagas el listo conmigo, maldito bastardo. –lo tomo de la camiseta.
-¡Leon no! –Svetlana me sostuvo de los hombros y coloco a Esteban cerca de mí.
-Yo no importo pero le hacen algo a ella y te juro que te mato con mis propias manos. –lo empujo.
-Chicos por favor no peleen, lo solucionaremos.
-No Vet, Leon tiene razón. Tienes que dejarme ir con ellos.
-¡No! No lo permitiré. –Abraza a Esteban.
-Vete con Leon, Vet. Entiende por favor, será lo mejor.
-No me olvides por favor. –dijo ella con lágrimas en los ojos.
-Vete antes que te mate. –lo vi desaparecer entre las sombras.
-¡Esteban! –lanzó un grito de dolor al verlo esfumarse.
-Vet, vámonos. Estos tipos regresarán.
-Pero Leon…
-Vamos, debemos irnos.

Nos marchamos de ahí y Claire me llamó avisándome que estábamos cerca de un estacionamiento subterráneo de una de las centrales de Umbrella y nos resguardamos hasta que la maldita cuadrilla de Hunk se marchara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario