Realmente siento la enorme necesidad de tomarme unas vacaciones, pero mientras Umbrella exista creo que nunca podre. Me dirijo hacia un barco que está varado en las costas de Portugal, al parecer transportaba armas biológicas con destino a la capital de Francia, Paris. Pero según como lo tengo entendido al parecer algo salió mal, y se origino un pequeño brote de infección dentro del barco.
Me han llamado para que me encargue de la situación junto a una agente que me espera en el mismo buque denominado Mr. Jones II.
Mientras bajo del helicóptero, la agente con la que comparto la misión y la misma que sera mi compañera, se presenta ante mí.
-agente Kennedy, mucho gusto, mi nombre es Natalia de la Cruz.
-mucho gusto.
Le paso la mano, su rara vestimenta asombra mis ojos, tiene puesto un llamativo vestido de fiesta de color dorado, y en su mano porta una ametralladora M75, también un cuchillo y una pistola 9 mm adornan en su porta armas que lleva en una de sus piernas.
-creo que ya está todo listo para comenzar el recorrido en el crucero Jones.
-bien entonces vamos.
Comenzamos a adentrarnos en el barco, pero misteriosamente comienza a marchar, nos miramos con Natalia, le digo que vaya a cubierta a ver qué sucedía que la esperaría. Al cabo de 15 minutos vuelve y me dice que el barco estaba en marcha.
-no importa prosigamos con la misión.
Continuamos caminando por unos pasillos y en uno de los camarotes comienza a emanar un olor nauseabundo, Natalia me mira y dice.
-¿Qué es ese asqueroso olor?
-no lo sé, proviene de aquí.
Abro la puerta y observo una importante cantidad de cuerpos humanos devorados por algún tipo de espécimen, cierro la puerta y le digo a Natalia para proseguir con el recorrido por aquel pasillo, pero me descuido por tan solo unos minutos y se lanza sobre mí una infectada que babeándome y gruñéndome me da entender que mi carne es apta para su paladar, Natalia hace un tiro exacto en la sien de aquella mujer. La hago a un lado y la muchacha me pregunta si estoy bien, me seco la sangre del rostro y proseguimos.
Llegamos ante una gran puerta blindada, miro a Natalia y disparo en un gran candado que trababa la entrada al siguiente nivel de la embarcación, una vez abierto el pasador ingresamos adentro, y grandes lonas cubrían a lo que parecía ser cilindros de hierro, le hago una seña a Natalia y juntos destapamos y nuestros ojos se habían asombrado al ver que había un valor aproximado entre 20 o 25 armas biológicas que serian destinadas al mercado negro chino. Pero mi hipótesis fue, ¿para qué llevarlas a Paris si su destino original seria China?
Le hago señales a Natalia porque había una puerta que daba a otra habitación, pero detrás nuestro habían 8 Cerberus, eran los tan adorados perros de Wesker. Retrocedemos lentamente pero aquellos demonios vivientes avanzan con nosotros, asi que comenzamos a disparar, aquellos animales comienzan a abalanzarse, liquidamos a 5 pero quedan 3 detrás de aquella puerta que nos dividían de ellos.
Recargo mi arma y junto a la agente Cruz exterminamos a los últimos 3 que quedaban, continuamos con el recorrido en el barco, ese miedo vuelve a mí, era ese presentimiento de que algo andaba mal, frente a nosotros hay otro pasillo que va de forma horizontal, Natalia sigue caminando pero la jalo del brazo y un infectado atraviesa el vidrio.
Ni bien se pone de pie le doy dos tiros en la frente, y juntos proseguimos por aquel recoveco, le cubro las espaldas mientras avanzamos sigilosamente pero un individuo sale de una habitación y me apunta en la espalda.
-alto,… o te disparo niño bonito.
-tranquilízate somos los chicos buenos.
-como se que eres de los buenos, y no uno de esos zombis reguemierderos.
-si lo fuera ya estarías bien muerto. –le digo en un tono sarcástico.
-y la hermosura que está contigo, ¿Quién es?
-mi nombre es Natalia de la Cruz y no soy ninguna hermosura, soy la agente Cruz para ti.
-ok amor, no es para que te exaltes. –dice aquel extraño mientras me quita el arma de la espalda lentamente. –y tú, ¿quién eres?
-mi nombre es Leon S Kennedy, y estamos a cargo de esta misión. Y tú ¿eres?
-Albert, James Albert. Llegamos hace un par de días con mi equipo pero nos perdimos en esta enorme nave, al parecer soy el único sobreviviente porque no he visto a nadie de mi equipo.
-y ¿Cómo sabes que eres el único?
-la verdad no sabría cómo decirte, mi superior nos había mandado a mi junto a otros 3 compañeros más y al entrar en esta especie de habitación perdimos la salida y todo contacto por radio.
Lo miro de una forma sospechosa y saco mi intercomunicador para ver si daba con Hunnigan pero realmente James tenía razón, había algo ahí dentro que evitaba la comunicación. Lo volví a mirar y le dije.
-vienes o vas a quedarte.
-pues voy. –Se para junto a la agente Cruz y le dice –con que Nati ¿eh?, te puedo decir Nati ¿no?
Observo bien al muchacho y estaba armado hasta los dientes. Proseguimos pero a lo lejos vemos a una muchachita de aproximadamente unos 17 años de edad esta gritando, pareciera que algo la devoraba por dentro, James se acerca y le pregunta si está bien. Miro fijamente a la muchacha y lo estiro a James.
-está infectada. –Dije alarmado –dispárale Natalia.
Natalia hace un disparo más que certero pero comienzan a salir tentáculos por los oídos de aquella joven y su cabeza se parte en 4 pedazos, se parecían mucho a los majini con los que se había enfrentado Chris Redfield en África. La miramos mientras termina de mutar horriblemente, luego comenzamos a disparar, era ese horrible espécimen o nosotros, observo que tiene un punto débil en el centro de los tentáculos parecía ser una especie de corazón o de ojo, tomo mi cuchillo y lo arrojo, el despido del cuchillo fue tan certero que grite, “¡SI!”.
Mientras Natalia y James miran como se comportaba el inmundo adefesio antes de finalmente llegar a su fin, le grito a James que me lanzara un lanzallamas que se encontraba cerca de él. Cuando finalmente lo tengo en mi poder, acabo con la vida de ese esperpento.
Pero veo unas carpetas sobre una pequeña mesa, los papeles contenían información importante acerca de las actividades clandestinas de Umbrella.
-¿Qué sucede Kennedy?
-estos son…, son…
-¿son?
-son movimientos bancarios de Umbrella, también aquí dice que Umbrella es la responsable de este pequeño brote de infección. Y… … …
-¿y? ¿Qué ocurre?
Me doy vuelta y tras nosotros hay aproximadamente unos 37 o 56 infectados rodeándonos y sellándonos las salidas.
-estamos atrapados. –me dice Natalia.
-al parecer si, y bien atrapados.
Comienzo a mirar a todos lados para ver si hay una salida rápida, porque no había escapatoria, y veo en el techo una válvula de escape, que afortunadamente daba a la cubierta del barco
-súbete a la mesa Natalia.
-pero Kennedy,…
-¡te dije que te subas!
Mientras ella sube, James incinera a los infectados para hacer más tiempo. Le quito al chico el lanza llamas que tenia y le digo que suba junto con Natalia.
-Kennedy,… ¿vas a quedarte aquí?
-cállate y sube.
James sube a cubierta, Natalia lo ayuda. Le grito a la agente Cruz para que me arroje su liga, ella me la arroja sin pensarlo dos veces y ato el seguro del lanza llamas para que después de soltarlo siguiera funcionando, pero esta quedándose sin querosén, y a lo lejos observo unos tanques de Nitro y disparo 4 veces doy en el blanco, tomo las carpetas y salto hacia la válvula para por fin salir a cubierta, pero mis manos están muy sudorosas, al parecer me estoy resbalando, pero justo James me toma de ambas manos. Al cerrar aquella válvula le digo a James aun agitado.
-gracias viejo.
-no hay de que hermano.
Inhalo y exhalo tantas veces como me sea posible, nunca había hecho algo tan riesgoso.
-¿tienes las carpetas? –dice Natalia.
Se las enseño, pero prosigo leyendo algunos papeles, observo a Natalia y digo.
-¿y James?
-no lo sé estaba aqui hace un momento.
Me pongo de pie y observo a todos lados, como buscándolo, Natalia se para a mi lado y me dice.
-¿lo encontraste?
-no, aun no. Separémonos y reencontrémonos nuevamente aqui.
-ok,…
Me volteo para ir por mi camino, pero ella vuelve a llamarme, y gran sorpresa se llevaron mis ojos luego de lo que a continuación sucedió.
-Kennedy…
-¿si? –le digo curioso.
Ella se acerca, me toma de la camiseta, y me besa de una forma que ni yo me la esperaba, luego me mira a los ojos y me dice susurrándome a los labios.
-Cuídate… -acto seguido me guiña el ojo y se marcha.
Wow nunca supe que ocasionaba esa reacción en mujeres. Continúo mi marcha, luego de unas horas doy con James que se encuentra en el suelo con una grave herida en la cabeza, trato de reanimarlo llamándolo.
-¡James! ¡James! –pero no hay respuesta alguna, detrás de mí un extraño me dice.
-Al fin logro verte a la cara Kennedy, después de todo Ada no pudo encargarse de ti, pero yo lo hare rápido, te prometo que te dolerá.
Una risa macabra brota de sus labios.
-¡Wesker! ¿Qué demonios quieres?
-quiero,… las carpetas que me las quitaste,… las que me robaste de mi barco.
-maldito, sabía que estabas detrás de todo esto, algo me olía mal.
Wesker vuelve a reírse, y me golpea con rudeza dejándome atontado en el suelo, pero detrás de él aparece Natalia.
-al suelo Wesker, tus mierdas de planes se acabaron maldito enfermo.
Wesker se regocija, me toma del cuello y me levanta, y mientras hablaba a Natalia, con fuerza aprieta mi pescuezo.
-Natalia, mi dulce Natalia. Tú no sabes quién soy yo, pero yo si se quién eres tú.
-si sé muy bien quién eres, ahora suéltalo o disparo.
Cuando Cruz empieza a disparar Wesker me arroja lejos pero una pared amortigua mi golpe, pero cuando Wesker decide ir tras Natalia, James se repone rápidamente y comienza a dar tiros a Wesker. Mientras Natalia va a socorrerme, James hace lo posible por detener al maldito.
Rápidamente me levanto y observo a mí alrededor, pero no hay nada para detener a ese maldito imbécil, asi que voy a la ayuda de James junto con la agente Cruz, pero cuando por fin le estábamos dando una paliza el maldito se retira y dice.
-sera en otra ocasión Kennedy, tengo asuntos pendientes que arreglar contigo.
Lo quedo observando mientras se va, pero a la vez me culpo por perder las carpetas con importante información, Natalia me mira y dice.
-Yo no estaría tan segura. -y saca las carpetas detrás de su espalda.
Le sonrío vagamente y volvemos a cubierta. Llegando a las costas francesas, ambos nos despedimos de James que se marcha rápidamente del barco.
-gracias –le digo a la agente Cruz -eres una excelente compañera.
Ella me mira a los ojos y me dice.
-con un gracias no me basta.
Me jala hacia su cuerpo y vuelve a besarme en los labios.
Después de todo la misión no fue tan monótona.
[Idea original de Natalia de la Cruz una amigaza, te quiero mi chinita…]